Entrevista. Parte 1

Bienvenida, Irina. Gracias por acompañarnos hoy. Empecemos por adentrarnos en tu viaje. ¿Cuál es la naturaleza de tu interés por la tecnología y la programación?

Gracias por recibirme. Bueno, mi viaje al mundo de la tecnología fue bastante inesperado. Al principio, aspiraba a ser veterinaria por mi amor a los animales. Sin embargo, los consejos prácticos de mi padre me hicieron reconsiderarlo y me llevaron a explorar otras opciones. A pesar de haber tenido una exposición mínima a las matemáticas y las ciencias durante mis estudios, me sentí atraída por la programación, sobre todo durante mis años universitarios. 

Parece que te encontraste con algunas dificultades en el camino. ¿Cómo superaste esos obstáculos y encontraste tu camino en la programación?

Efectivamente, mis primeras experiencias con las matemáticas y la física fueron desalentadoras, y a menudo me sentía inadecuada en comparación con mis compañeros. Sin embargo, con perseverancia y el apoyo de mi familia, acepté el reto. A pesar de momentos de duda, poco a poco fui ganando confianza en mis capacidades, sobre todo cuando destacaba en aplicaciones prácticas como el montaje de circuitos eléctricos.

Es inspirador saber cómo sorteaste esas incertidumbres. ¿Podrías explicarnos cómo pasaste de ser estudiante a fundar tu propia empresa?

Después de terminar mis estudios, me enfrenté a la realidad de tener que mantenerme económicamente. Gracias a una serie de oportunidades y experiencias, como prácticas y puestos de profesora a tiempo parcial, perfeccioné mis conocimientos y creé una red en el sector. Un año más tarde, tomé mi licencia por maternidad, para este punto tenía ya mis propios clientes. Tras la baja por maternidad, mi jefe se negó a volver a contratarme. Pasé por dos bajas de maternidad, una tras otra, y seguí trabajando individualmente, ofreciendo servicios de consultoría. Además, me ofrecieron un puesto de profesora en la universidad, que compatibilicé con mis otras responsabilidades.

Con el tiempo, me di cuenta de que gestionarlo todo yo sola era un reto, especialmente con dos niños pequeños. Fue entonces cuando tomé la decisión de crear mi propia empresa. Reflexionando sobre ello ahora, es divertido pensar en lo valiente e ingenua que era entonces. A pesar de las dificultades, el apoyo inquebrantable de mi marido me dio la confianza necesaria para perseguir mis sueños. Con su apoyo, di el salto y aquí estoy hoy.

Crear una empresa desde cero no es tarea fácil. ¿Puedes explicarnos cómo has conseguido crear un equipo y una cultura empresarial de éxito?

Por supuesto. Para mí era primordial crear un entorno de trabajo positivo y de apoyo. Me centré en contratar a personas que compartieran mi pasión por la tecnología y estuvieran dispuestas a aprender y crecer. Al fomentar una cultura de colaboración y mejora continua, hemos podido retener a empleados con talento y adaptarnos a los constantes cambios del sector tecnológico.

Estoy pensando en una mujer joven, madre de dos hijos, que da el valiente paso de abrir su propia empresa. Es fascinante pensar por qué la gente, probablemente con experiencia previa, decide seguir tu ejemplo.

Nunca me había planteado por qué decidieron unirse a mí. Recuerdo un caso en el que contraté a una becaria sin mucha experiencia y, al día siguiente, le ofrecí un trabajo. Se quedó conmigo mucho tiempo y, a partir de ahí, empecé a contratar a más gente, a menudo recurriendo a mi red de contactos de mi puesto de profesora a tiempo parcial en la universidad.

Es increíble cómo pueden prosperar las personas en el entorno adecuado. Ha mencionado que esta becaria en concreto floreció. ¿Cómo describirías esa transformación?

Sí, realmente prosperó. De hecho, todos los que trabajaban conmigo parecían crecer y desarrollarse. Algunos siguieron adelante, pero actualmente tengo miembros del equipo que llevan conmigo bastante tiempo. Uno de ellos, por ejemplo, lleva años conmigo, desde el principio.

Increíble. ¿Y cómo aprovechaste tu experiencia en agricultura para conseguir proyectos en este sector?

La agricultura representaba una oportunidad única para nosotros debido a su complejo ciclo de producción. Al comprender los entresijos de diversos procesos agrícolas, como el cultivo de plantas y la cría de animales, la avicultura y la gestión de invernaderos, pudimos posicionarnos como expertos en la materia. Estos conocimientos no sólo atrajeron a los clientes, sino que también nos permitieron ofrecer soluciones a medida para satisfacer sus necesidades específicas.

Tu dedicación al bienestar de tu equipo es evidente. ¿Qué consejo darías a los aspirantes a empresarios, especialmente a las mujeres que se inician en el campo de la tecnología?

Mi consejo sería que aceptaran los retos como oportunidades de crecimiento y que nunca subestimaran el poder de la perseverancia. Rodéate de una red de mentores y compañeros que te apoyen, y no tengas miedo de asumir riesgos y perseguir tus pasiones. Recuerda que el éxito no lo determina cuántas veces caes, sino cuántas veces vuelves a levantarte.

Seguiremos esta increíble historia en la segunda parte de esta entrevista. Estén atentos para saber cómo la empresa KAC se expandió de Kazajistán a Europa.